El 11 de marzo de 2011 Japón sufrió el Gran Terremoto, un sismo de magnitud 9 que sacudió la costa noreste del país y provocó un gran tsunami con olas de hasta 10 metros. Para estudiar este devastador evento geológico, la Agencia Japonesa de Ciencias Marina y Tecnología (JAMSTEC, siglas en inglés) lidera una nueva expedición en la que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Lo hacen a bordo de Chikyo, un buque perforador que el pasado 6 de septiembre inició esta nueva campaña para investigar las causas del terremoto de Tohoku-oki y el consecuente tsunami. María José Jurado, investigadora del CSIC en Geociencias Barcelona (GEO3BCN) y única participante española, forma parte del equipo científico formado por 56 personas de todo el mundo.
La expedición, enmarcada en el Programa Internacional de Descubrimientos de los Océanos (IODP), busca perforar la zona sismogénica de la fosa del Japón, donde se acumulan tensiones tectónicas originadas por la convergencia y subducción de placas que causan terremotos. La zona de estudio de la campaña está ubicada a más de 7 km de profundidad. En concreto, está previsto que se realicen dos perforaciones del orden de 1 kilómetro. “El objetivo de la IODP Expedition 405 es profundizar en el estudio de una zona sismogénica mediante perforaciones y sofisticadas técnicas in situ aplicadas a casi 8000 m de profundidad”, detalla Jurado.
La investigadora de GEO3BCN-CSIC ya lleva cinco campañas de perforación científica a las espaldas, estudiando zonas de subducción a través del Atlántico y Barbados, el Mediterráneo oriental y, en este caso, en la fosa del Japón. Como experta en geología del subsuelo y en técnicas de estudio, Jurado he sido invitada a esta expedición para analizar los datos recogidos y también ayudar a determinar los mejores lugares para instalar un observatorio del subsuelo, que medirá la temperatura de alta resolución a lo largo del tiempo en múltiples profundidades y dentro de las zonas de falla.
Para la investigación en los sondeos de esta campaña se emplearán sondas de exploración de última generación con tecnología Logging While Drilling. Estas herramientas permitirán obtener datos y pseudoimágenes en tiempo real, que serán analizadas por un equipo especialista, incluyendo a la investigadora de Geociencias Barcelona. Gracias a esta información, se podrán visualizar y caracterizar las propiedades de los materiales en las fallas, fracturas y características de las más susceptibles a generar terremotos.
Descubriendo la Tierra a bordo del Chikyu
El buque perforador Chikyu desempeña un papel crucial en la comprensión no solo de cómo se generan los terremotos, sino también en el estudio de la historia de la Tierra y el origen de la vida. El Chikyu, que en japonés significa ‘Planeta Tierra’, mide 210 metros de eslora y 38 de manga. Cuenta con una torre de perforación de 130m de altura que permite alcanzar grandes profundidades para realizar medidas y extraer muestras.
El buque es capaz de hacer perforaciones con una profundidad de hasta 10 kilómetros y cuenta con una tecnología que permite perforar de forma segura hasta 7 kilómetros en el subsuelo marino. “Una expedición posterior con el Chikyu superó ligeramente esta profundidad”, detalla María José Jurado. “En esta campaña es relevante que perforamos en la fosa del Japón donde el fondo del mar se encuentra a unos 7000m de profundidad. Sin el Chikyu no podríamos abordar estos objetivos y retos científicos”, concluye la investigadora.